¿Ganador?

Y se hizo tanto el silencio, y nadie vio nada y nadie lo ollo


El terreno de juego era una ligera capa blanca, como un sintético de algodón y poliéster, ninguno de lo oponentes tenia enfundada ninguna equipación, tampoco existía algún colegiado que arbitrase con decisión alguna las jugadas que cada uno de ellos practicaba, solo existía una norma fundamental, que no se podía bajar las miradas.
Formando una perpendicular de sus asientos con el campo, se reanudaba el encuentro, a lo que el empezaba por desencajar su pierna derecha, a lo que le seguía la izquierda intentando hacer una presión atronadora sobre el final de su delicada espalda.
Ella le respondía con un ligero cosquilleo por la columna, intentando recorrer toda esa banda, el que no se quedaba atrás intentaba liar cada vez maz si cabe cada uno de los tirabuzones de su pelo, a lo que ella le contraatacaba intentando buscar ese punto accesible solo para ella que el tenía detrás de su oreja izquierda, como ofensiva final el intenta buscar ese lunar escondido en su costado derecho, pero hay es cuando ella machacaba a su rival acercando lentamente sus labios a los de el.
Justo en ese momento, el agachaba la mirada porque siempre le perdío su boca, a lo que ella ganaba encenderse el trofeo en forma de cigarro, después de empatar en la primera parte.

PD:
“Escribo porque si no mi cabeza estalla y si hago fotos de mis sueños las imprimo en buen papel”

Javier Ibarra