Pero no te equivoques hagas lo que hagas, no me rayes el coche.
No es Alonso el que ficha este año por Ferrari soy yo. La verdad es que me ha supuesto un gran sacrificio, esfuerzo y sobre todo trabajo y más trabajo. Era un sueño que he tenido desde siempre y muchos de vosotros pensareis que porque me compro un coche como este habiendo el hambre que hay en el mundo, pues simple y llanamente porque quiero hacer un viaje turístico por todo Europa pero al volante de un buen coche.
Desde la operaria que nos tenia facturar las maletas y esta mas pendiente de la prensa rosa y de masticar el chicle , que de intentar comprendernos a estos pueblerinos , el camarero que nos estafo al hacernos el cambio de € a Pounds, porque no sabia que nosotros sabíamos a como esta el cambio, o hasta el tendero que no me quiso ni siquiera mirar en el almacén para ver si tenia una talla L con el plano de mapa de Londres, pero lo que MÁS ME JODE DE TODO, es que encima se crean que su “educación británica” sea el culo del mundo, y solo se sepan despedir con frío SORRY. Pero dentro de lo que cabe, siempre se seca alguna conversación interesante con un par de ingleses que están fumando en la puerta del Aeropuerto, porque encima de todo no tenia sala de fumadores, y tuve que salirme a la puerta en una noche de otoño Londinense.
Como muestra el pantallazo de Windows en los paneles de la terminal.
Pero de lo unico que no me puedo quejar es que no me fallarón ellos
Y llegue el dia con su luz y me alegre yo de verte
Quizás era todo demasiado gris la despedida en Linares-Baeza, una maleta llena de recuerdos de amigos, hasta el cielo parece que se puso de acuerdo y no dejaba pastar sin hacerle una mueca en forma de llovizna a los astados que pastaban libremente por los campos de castilla. Y no solo todo era gris, era además demasiado pausado, demasiado paulatino como la abuela que empezó a enumerarme todos los pueblos que había a la entrada de Madrid, como las tortugas que lentamente se movían por un banco de nenúfares en la frondosa atocha, o como el goteo de los taxistas para recoger a pasajeros. Hasta que un recojo rojo eléctrico recorrió todo mi cuerpo, en forma de vaqueritos y sin duda alguna, en forma de carmín hasta podría afirmar que la castiza Atocha se escandalizó. Ahí fue donde todo se empezó acelerar, la escaleras mecánicas que dan salida principal de esta frondosa estación, los semáforos parecían que tenían prisa por ponerse en verde, las ambulancias llevando en su interior un hilo de vida, las hojas por desprenderse de los árboles. el camarero por ponernos las dos cañas. Conversaciones de sueños por cumplir estaban en el aire ,pero el único viento que me movía era el de desmaquillarte, pero dio igual que la noche se nos echará en Madrid y no pudiéramos terminarla juntos, más que nada, porque tuve el eléctrico azul de tus ojos alumbrándome.
Voy a salir a caminar solito, sentarme en un parque...
Quemar la toda la pólvora de los carrillos en la plaza Vieja, investigar los callejones con Manu, jugar al fútbol en la puerta del Ayuntamiento los domingos después de haber recogido a Javi Muro (su abuela era vecina de la mía), pegarle pedradas a las palomas que se apoyan delicadamente a beber agua en la el pilar de Santa María mientras que los naranjos florecían, eran de los mejores pasatiempos para un niño de Úbeda. Pero luego como el que no quiere la cosa te ves entrando al instituto y te ves en los miradores de San Lorenzo bebiéndote un litrillo intentando arreglar ,este nuestro mundo, o bajando por la empinadas y adoquinadas cuestas que dan hacia San Millán, para ver como tus amigos le pegan porrazos a una batería o acuchillan a una guitarra eléctrica en la Saca, o te ves encima de una muralla de mas 500 años de antigüedad cazando palomas en el aire mientras que afrodita se esta encargando de acercártelas. Y sin comerlo ni beberlo entras en las universidad y no eres tan hombre como tu te pensabas, hasta que empiezas a asumirlo, poco a poco, lentamente , porque en la Saca ya no se ensaya, porque las conversaciones de adolescente las cambias por noches filosófales, con un toque de rumba rock, con Maraino o porque indiscutiblemente, ya no buscaba Albanchez (donde los veranos de mi niñez, acostaba a la luna mientras que jugaba por sus calles ) si no que buscaba Sierra Nevada para poderle explicar donde se encontraba su sierra, y es cuando ahi se te presenta un extraño vocablo, "MADURAR”. Pues en este paseo desde la mas tierna infancia, pasando por la dulce adolescencia hasta la explosiva y reflexiva juventud, a ocurrido en los callejones, plazuelas, escondijos, recovecos de mi asombrosa Úbeda y ahora me tengo que despedir de ella, por un tiempo, el justo para poder para ver si me tiene tan enloquecido como yo creo.
PD: Todas esas fotos son del menda, echadas con mi cámara de Afotos.
